me enferman los espirales
Las voces de mi familia se convierten a voces de mi casa, desconocidas, solo me recubren y poco salvan las cuatro paredes de mi cuarto, mala suerte, tambien me toco un cuarto de servicio solo entra una cama y un escritorio en el medio del departamento con dos puertas , custodiada. La cocina a un paso es casi igual que las escenas de terror. Escuchas un sonido mientras estás escribiendo. Abren un cajón, se chocan los cubiertos, tensión, ¿van a tocar mi puerta? peor.. entra sin preguntar?
Del otro lado por la otra puerta se escuchan sonidos de familia, gritos y risas llanto .
Salto de mi silla del comedor, mi culo ya deformó el cojín. La mesa tiene manchas que no van a salir, mi piel ya se ve distinta con la ingesta de fármacos. Mi nula dieta es injustificable, lamento no saber comer.
La libido está desorientada e inquieta, nada logra llevarla al clímax. Por supuesto que me desespera no encontrar un objeto un cuerpo algo tangible para vacunar mi libido.
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